
¿Conviene aplicar la RIC en comunidades energéticas vecinales?
La transición hacia un modelo energético limpio ha impulsado el crecimiento de comunidades energéticas vecinales, agrupaciones de vecinos y pequeñas empresas que generan y comparten su propia energía renovable. Estas iniciativas requieren una financiación inicial elevada y, al mismo tiempo, muchas pymes y profesionales en Canarias cuentan con beneficios fiscales pendientes de invertir. La Reserva de Inversiones en Canarias (RIC) puede ser la herramienta que conecte ambos mundos.
¿Qué es la Reserva de Inversiones en Canarias (RIC)?
La RIC es un incentivo fiscal del Régimen Económico y Fiscal canario que permite a las empresas y profesionales reducidos sujetos al Impuesto sobre Sociedades o al IRPF destinar parte de sus beneficios a una reserva especial y, a cambio, obtener una deducción de hasta el 90 % de esos beneficios en la base imponible. Este ahorro fiscal está condicionado a reinvertir la reserva, en un plazo máximo de tres años, en activos nuevos situados en Canarias que contribuyan a la diversificación y desarrollo de la economía insular. Los importes invertidos deben mantenerse, como norma general, durante cinco años.
¿Qué son las comunidades energéticas vecinales?
Las comunidades energéticas vecinales son organizaciones locales (cooperativas, asociaciones o sociedades mercantiles) que permiten a los vecinos producir, compartir y consumir energía renovable. Gracias a instalaciones fotovoltaicas en cubiertas o espacios comunes, estos proyectos reducen la dependencia de fuentes fósiles y abaratan la factura eléctrica. El sector hotelero ya ve en estos proyectos “una gran herramienta financiera para la RIC”, ya que la fotovoltaica es hoy una de las fuentes más baratas y su puesta en marcha está avalada por el propio Régimen Económico y Fiscal de Canarias.
Ventajas de financiar una comunidad energética con la RIC
Conjugar la RIC y una comunidad energética permite una sinergia única: los inversores con reservas acumuladas encuentran proyectos reales donde materializar su beneficio fiscal, mientras que las comunidades acceden a financiación privada para sus infraestructuras.
Ahorro en la factura y transición ecológica
Instalar paneles solares o pequeñas turbinas comunitarias reduce el coste energético. El análisis de proyectos en hoteles canarios demuestra que con comunidades energéticas se podría abastecer a buena parte de la demanda local. Además, la fotovoltaica se ha convertido en la energía más barata, por lo que cada euro invertido genera un ahorro inmediato y contribuye a la lucha contra el cambio climático.
Fiscalidad y retorno de la inversión
Dotar la RIC y materializarla en proyectos energéticos permite diferir o reducir el pago del Impuesto sobre Sociedades. Según RIC Private Equity, la reserva supone unos 1.000 millones de euros anuales listos para invertir y convertirse en una auténtica palanca de crecimiento. Para quienes no disponen de proyectos propios, existen vehículos de inversión colectiva que facilitan invertir en comunidades energéticas, hoteles o polígonos industriales. Es una oportunidad para diversificar y obtener rentabilidades estables derivadas del autoconsumo y la venta de excedentes.
Aspectos a tener en cuenta
La aplicación de la RIC exige cumplir requisitos formales y materiales. Solo pueden acogerse quienes desarrollan una actividad económica y obtienen beneficios en Canarias; la inversión debe realizarse dentro de los tres años siguientes a la dotación y mantenerse durante al menos cinco años. Las comunidades energéticas deben estar constituidas jurídicamente (cooperativa o mercantil) y ser titulares de los activos. Además, cada caso requiere analizar si la inversión en instalaciones de autoconsumo encaja en los supuestos admitidos por la ley (adquisición de inmovilizado nuevo, creación de empleo, etc.). Un error puede conllevar la pérdida del incentivo y el pago de intereses.
También conviene estudiar otras alternativas del Zona Especial Canaria (ZEC) o las deducciones por inversión en infraestructuras (DIC), ya que en algunos casos pueden resultar más ventajosas. Nuestro equipo de abogados especialistas en propiedad horizontal y en asesoramiento legal para comunidades de propietarios revisará qué incentivo se adapta mejor a su proyecto.
Conclusión
Financiar comunidades energéticas vecinales mediante la RIC es una opción atractiva para quienes buscan combinar sostenibilidad y rentabilidad. La fotovoltaica barata y la posibilidad de reducir la factura fiscal hacen de esta fórmula una oportunidad única para modernizar edificios y barrios en las islas. No obstante, su conveniencia dependerá de la situación concreta de cada comunidad o empresa. Como expertos en administración de fincas en Tenerife y en servicios jurídicos en Canarias, en Grupo Ropasa analizamos cada proyecto y diseñamos la estrategia fiscal más adecuada. Consulta con nuestro equipo y descubre cómo convertir tu reserva en energía limpia y ahorro para tu comunidad.